En
estos días
todo
el viento del mundo sopla en tu dirección.
La
Osa Mayor corrige la punta de su cola
y te
corona con la estrella que guía la mía.
Los
mares se han torcido
con
no poco dolor hacia tus costas.
La
lluvia dibuja en tu cabeza
la
sed de millones de árboles,
las
flores te maldicen muriendo celosas.
En
estos días no sale el sol, sino tu rostro,
y en
el silencio sordo del tiempo gritan tus ojos:
Ay!
de estos días terribles,
ay!
de lo indescriptible.
En
estos días
no
hay absolución posible para el hombre,
para
el feroz, la fiera que ruge y canta ciega,
ese
animal remoto que devora y devora
primaveras.
En
estos días no sale el sol, sino tu rostro,
y en
el silencio sordo del tiempo gritan tus ojos:
Ay!
de estos días terribles,
ay!
del nombre que lleven,
ay!
de cuántos se marchen,
ay!
de cuántos se queden.
Ay!
de todas las cosas
que
hinchan este segundo,
ay!
de estos días terribles,
asesinos
del mundo.
S Rodriguez
S Rodriguez
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