domingo, septiembre 08, 2019

MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita...


Ángel González

domingo, julio 07, 2019

“Pero no hables de los jardines, no hables de la luna, no hables de la rosa, no hables del mar”, y continúa: “Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante en tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me enfrento. Oh, habla del silencio”0  Alejandra Pizarnk.

miércoles, junio 26, 2019

“¿Qué quiero de ti? Lo mismo que quiero de la poesía entera y de cada verso por separado: la verdad de cada momento, de este momento No hay nada superior a esta verdad Mientras más te alejas de mí, estás más dentro de mí” 
Marina Tsvietáieva  

rostro de vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.


Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.


Mario Benedetti

martes, junio 25, 2019

así rodeado

Otra vez estoy solo
tan hondamente
solo
que no siento la ayuda
ni el calor
de tu mano
ni tu nueva mirada
ni siquiera la antigua
universal
tristeza

tan libremente
solo
que no puedo acordarme
de cómo era el mundo
con su pobre
tranquila muchedumbre
con sus brazos abiertos
con su espalda vencida

tan claramente
solo
que las paredes lloran
los vagabundos lloran
los solitarios lloran
y se alejan

ah pero éstos
éstos los sobornables
solitarios
antes de irse me envuelven
en una blanda
ojeada
que parece piedad
pero es
envidia 

Mario Benedetti 

ya no

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.

martes, junio 11, 2019


12/12/2015

El lugar del arraigo está dentro de uno mismo.
La historia propia, su contexto, las cosas, las personas, los sitios...
Los hechos reales y lo recordado se incorporan a uno mismo, al propio ser; terminan siendo el escenario, no solo como lugar físico, sino como evento existencial que forja en uno, su vida.

Los recuerdos, que en su momento fueron hechos, situaciones, cosas, personas reales, se convierten en una suerte de fantasmas. Recuerdos que en últimas son en esencia la vida misma que se va archivando, olvidando, formando capas sedimentarias que vuelven fundamentos enterrados sobre lo que van cayendo más despojos –hechos vitales- que se van sepultando capa a capa esos recuerdos de los cuales la mayoría se olvidan o se vuelven invisibles, inconscientes y que a veces salen a flote, fragmentarios y pueden alegrar o angustiar, según l ahora o la circunstancia en que emergen.

Son fragmentos, pedazos, la mayoría de las veces distorsionados,  que en ocasiones logran articular pequeñas escenas que no son otra cosa que reflejos fantasmagóricos de personas, lugares, sensaciones, emociones y de interacciones que una vez fueron y ya no.

Recuerdos. Recuerdos fragmentados que es lo que va quedando, en lo que se va convirtiendo la vida. Eso es la vida, fragmentos de recuerdos. En eso se va convirtiendo cada instante que en su momento fue lo que llamamos “el presente”.

Esto es la vida, la suma de vestigios, de escombros como la tierra misma.
Cuando salen a flote estos vestigios, surge con ellos un sentimiento, que es una revelación, una toma de conciencia de lo efímero de la vida, de lo  fragmentario de la misma: pedazos de recuerdos convertidos en imágenes y sensaciones reunidas, sumadas a lo largo del tiempo.

Esos sentimientos que surgen son el producto  y forman parte del ser, de la conciencia y la inconciencia y nos hace caer en cuenta de lo extraviados que estamos en el camino de la vida. Se mira esta senda hacia atrás  y solo se divisa lo próximo, porque lo más lejano ya no se ve, se recuerda.




Se deja de querer

Se deja de querer…
y no se sabe por qué se deja de querer;
es como abrir la mano y encontrarla vacía
y no saber de pronto qué cosa se nos fue.

Se deja de querer…
y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed,
como andar en otoño sobre las hojas secas
y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer…
Y es como el ciego que aún dice adiós llorando
después que pasó el tren,
o como quien despierta recordando un camino
pero ya sólo sabe que regresó por él.

Se deja de querer…
como quien deja de andar una calle sin razón, sin saber,
y es hallar un diamante brillando en el rocío
y que ya al recogerlo se evapore también.

Se deja de querer…
y es como un viaje detenido en las sombras
sin seguir ni volver,
y es cortar una rosa para adornar la mesa
y que el viento deshoje la rosa en el mantel.

Se deja de querer…
y es como un niño que ve cómo naufragan sus barcos de papel,
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer…
y es como un libro que aún abierto hoja a hoja quedó a medio leer,
y es como la sortija que se quitó del dedo
y solo así supimos… que se marcó en la piel.

Se deja de querer…
y no se sabe por qué se deja de querer.

                                                                       José Angel Buenza

DICE LA ESPERANZA: UN DÍA...

Dice la esperanza: Un día
la verás, si bien esperas. 
Dice la desesperanza: 
Sólo tu amargura es ella. 
Late, corazón... No todo
se lo ha tragado la tierra.

                                       Antonio Machado 

sábado, mayo 25, 2019

CAMINO DE HUIDA Y VUELTA

No toques si duele, amor,
que una herida de tu mano
es como una primavera helada
y este cuerpo tirita con un solo roce.
No te quedes a verme llorar
si desconoces el polvo que inunda mis ojos,
si no sabes
que mis pupilas solo son escondites de palabras,
si lo único que quieres es borrar mis lágrimas
en vez de dejar que me seque y pueda respirar.
No te quedes a verme llorar
que no quiero mojarte
y que mueras de frío.
No te quedes a verme llorar
si no vas a besarme los ojos
y ahogarte conmigo.
No me rompas el pelo
que desde que te quiero nunca me peino,
y si ahora te marchas
tendré que volver a encontrarme en el espejo,
y yo solo quiero mirarme en tus ojos.
No vuelvas contra mí
todos los motivos que inventaste para quererme
como si fueras una suicida por amor,
que el romanticismo está hecho
para los que tienen el corazón roto.
No huyas
si no es
de ti
hacia mí
el movimiento.
No me empujes al precipicio
y me preguntes con voz rota
si te prefiero a ti o a los puentes,
no me beses si no vas a volver,
no te vayas si no vas a girarte mientras lo haces,
no te quedes
si tu vida es un camino de huida y vuelta,
no me abraces por rutina
y no dejes de hacerlo por costumbre,
no te vuelvas hielo
cuando el frío nos apriete las costuras,
no te derritas
cuando mi boca ya esté seca y no pueda sostenerte.
No me duelas
si no vas a curarte.
No me quieras,
que amor es quererse
hasta cuando no me quieres
y eso es lo único que querría que hicieras siempre
y eso es lo único que nunca te pediré que hagas.
Elvira Sastre

miércoles, mayo 01, 2019

Fernando Delgadillo - Hoy Ten Miedo de Mí (Versión Acústica)

Hoy que llevo en la boca el sabor a vencido
procura tener a la mano un amigo
que cuide tu frente y tu voz
y que cuide de ti, para ti tus vestidos.
Y a tus pensamientos mantenlos atentos
y a mano tu amigo

La importancia de verte
morderte los labios de preocupación.
Es hoy tan necesaria
como verte siempre
como andar siguiéndote con la cabeza
en la imaginación.
Porque ¿sabes? y si no lo sabes no importa
yo sé lo que siento, yo sé lo que cortan.
Después unos labios
esos labios rojos y afilados
y estos puños que tiemblan de rabia
Cuando estás contenta,
que tiemblan de muerte
si alguien se te acercara a ti.

Hoy procura que aquella ventana
que mira a la calle en tu cuarto se tenga cerrada
porque no vaya ser yo el viento de la noche
y te mida y recorra la piel con mi aliento
y hasta teacaricie y te deje dormir
y me meta en tu pecho y me vuelva a salir
Y respires de mí.
O me vuelva una estrella y te estreche en mis rayos
y todo por no hacerme un poco de caso.
Ten miedo de mayo y ten miedo de mí.

Porque no vaya a ser que cansadode verte
me meta en tus brazos para poseerte
y te arranque las ropas y te bese los pies
y te llame mi diosa y no pueda mirarte
de frente y te diga llorando
Tiembla mucho de miedo mujer,
porque no puede ser.

sábado, abril 13, 2019

Judith

No puedo dejarte de ver
arañando el silencio con tus ojos
tratando de decir algo que las palabras
nunca hubieran dicho mejor.
Aquella mirada
era el resumen de la noche posado en tus ojos
con su lluvia, su viento y tu miedo al mar
y aquel sueño que te conté.
No puedo dejarte de ver
describiendo una estrella descubierta por mí
en tu erótica constelación
que no cabe en los mapas del cielo.
Tu mano dibujando en el aire
era capaz de ponerle colores
al espacio vacío que se llenaba
con la luz de la estrella brillante.
Cuida bien tus estrellas, mujer
cuida bien tus estrellas,
cuida bien tus estrellas, mujer
cuida bien tus estrellas.
Cuida bien tus estrellas, mujer.
No puedo dejar de decir
que hay idiomas perfectos por descubrir
y que son olvidados frecuentemente
en el tedio del tiempo
y hay que buscarlos,
porque los barcos y las piedras
tienen abecedarios mejores
para demostrar que son bellos sencillamente
sin palabras o esquemas.
No puedo dejar de decir
que esta triste canción a tu lado oscurece
que quizás este sea el último misterio
que mirarán tus ojos nacer de mis manos,
pues es tarde quizás para mí
y Caín me ha marcado sobre la frente
pero quiero alertarte de un gran peligro
y quisiera encenderte esta frase en la mente.
Cuida bien tus estrellas, mujer
Cuida bien tus estrellas
Cuida bien tus estrellas, mujer
y que nunca las pierdas.


Silvio

sábado, marzo 30, 2019

LA VERDAD DE LA MENTIRA


Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
Angel González

lunes, marzo 25, 2019

Cabo Sounion

Al pasar de los años,
¿qué sentiré leyendo estos poemas
de amor que ahora te escribo?
Me lo pregunto porque está desnuda
la historia de mi vida frente a mí,
en este amanecer de intimidad,
cuando la luz es inmediata y roja
y yo soy el que soy
y las palabras
conservan el calor del cuerpo que las dice.

Serán memoria y piel de mi presente
o sólo humillación, herida intacta.

Pero al correr del tiempo,
cuando el dolor y dicha se agoten con nosotros,
quisiera que estos versos derrotados
tuviesen la emoción
y la tranquilidad de las ruinas clásicas.
Que la palabra siempre, sumergida en la hierba,
despunte con el cuerpo medio roto,
con el amor, como un friso desgastado,
conserve dignidad contra el azul del cielo
y que en el mármol frío de una pasión antigua
los viajeros románticos afirmen
el homenaje de su nombre,
al comprender la suerte tan frágil de vivir,
los ojos que acertaron a cruzarse
en la infinita soledad del tiempo.

Luis García Montero

domingo, marzo 17, 2019

LÁGRIMAS SECAS

...cierras tus ojos y me preguntas: 
-¿Porqué “Lágrimas secas”? 
Abro los míos y conteniendo otras cosas que te diría, 
mientras observo el lado oscuro de la luna en mi propia alma, 
te respondo: 
—Por la alegoría y la composición visual de la imagen, como metáfora de tus vivencias. Así, las lágrimas secas formadas por la sombra de tu cabello, que se escurren por tu rostro –triste– sombras que nacen en la luz de los ídolos (falsos) que han brillado como el sol y se han apagado como velas. 
Y mientras tanto,  tus ojos posan su mirada en un horizonte en el que esperas ver, no un ídolo más, sino un zíngaro que te libere. 
Al mirarte a través del velo que nos separa, siento desde la penumbra de mi corazón,  que ese,  no seré yo...

lunes, marzo 04, 2019

La Diferencia

La diferencia entre nosotros
es que yo veía un futuro
y tú solo un pasado,
que en cada puerta yo veía un pomo
y tú una cerradura,
que una promesa es un hilo del tapiz,
pero la alfombra hay que tejerla.
Que no me fui,
dejaste de buscarme.
Que me rompiste el corazón
al dejar que te olvidara.
Y al cabo, voy entendiendo
que no fue feliz quien eligió estar solo
por miedo a perderlo todo,
sino quien se arriesgó a perderlo
por el hecho de estar juntos.
¿Entiendes esto?
Cada cuerpo elige su victoria y su derrota
como quien escoge su tren sin dirección
o su unicornio hacia la gloria.
Yo no te he perdido
porque me he ganado a mí
y ha empezado a gustarme la persona
que soy cuando ya no estoy contigo.
En los círculos de amigos
deformarás nuestra historia para salvarte,
para ponerle un buen marco a tus cicatrices,
pero los dos sabemos la verdad:
que una verdad a medias
alberga siempre media mentira,
que olvidarte es recordarme,
que me di cuenta de todo,
que cuando me sentía vacío
no eras tú quien me faltaba.
Marwan 

viernes, enero 25, 2019

Tal vez un día e estos

Se vio obligado por el miedo a vaciarse en cada encuentro, a darlo todo por ver sus ojos -los de ella- chispear en su presencia. El miedo de ella era a entregarse. El miedo de él a que no se entregara. Por eso él acababa entregándolo todo, lo que le correspondía entregar a él y lo que le correspondía a ella. Lo daba todo por ver caer sus temores, lo daba todo para que no hubiera ninguna duda sobre ser o no merecedor de su amor. Pero el amor no se merece. Surge o no surge. Y si surge como surgió en este caso, luego hay que esquivar el miedo de ella y aquel era un miedo gigante. Porque antes de él hubo otros nombres, personas que dejaron su alma como una aldea saqueada, desengaños con forma de persona que la dejaron demasiadas noches sin dormir y demasiados días sin abrazos. Aún le dolían los pies de pisar las promesas rotas que le hicieron sobre otras camas y así es difícil entregarse incluso cuando el amor te golpea en el vientre con su mirada bondadosa.
Y no se sabe si hay solución. Depende de ella, del tiempo que tarde en darse cuenta del origen de sus miedos, del tiempo que tarde en darse cuenta de que no todos los hombres extienden cheques sin porvenir. Y depende él –no conviene olvidarlo-, del tiempo que quiera darse en intentarlo, del tiempo que considere suficiente para rendirse.
Marwan

CONSIDERACIONES CON RESPECTO AL OLVIDO II


Y al final entendí que un recuerdo es algo que se deshace. Y entendí más: que no es el recuerdo el que se deshace, sino el dolor, el apego que sentías, la herida que rodeaba tu vida, el muro circular de la amargura. El recuerdo sigue intacto. Lo que cambia es tu respuesta, lo que te provoca recordar. Y para esto solo hace falta una cosa, tiempo, mucho tiempo, justamente eso de lo que nunca disponen aquellos corazones que están como el mío: rotos.
                                                                                                                          Marwan 

CONSIDERACIONES CON RESPECTO AL OLVIDO

El olvido es una disciplina sin geometría,
es igual que recordar a una chica sin rostro,
es como los espejos
que no se acuerdan de sus visitantes
unos segundos después,
es una emoción sin nombre,
volver a sentir nada.
El olvido es lo contrario a una cama desecha,
es el rival de la tarde en que te fotografié desnuda
y es quien convierte tu corazón en una trinchera
y tu memoria en un vertedero de momentos dulces.
El olvido siempre cobra caro el amor
como una novia rencorosa.
Es el precio de haber amado
y no haber sabido ganar
cuando apostaste todo
a la casilla azul de su mirada.
Es correr en dirección contraria a las caricias,
es una habitación con todo cambiado de sitio
pero sin nadie dentro.
Es la pregunta que llena los bares de gente
y la respuesta que llena los vasos de bocas.
También es el rincón concreto de la tierra
que no sé habitar
porque mis mapas miran al pasado,
porque tengo cien mil manchas
con tu nombre en la memoria.
Sigue persiguiéndome de noche
el mensaje oculto de tus pendientes,
tu silueta vista a contraluz,
tu risa como una manzana abierta,
tu pubis de anémonas sujetado por el sueño,
la pura geometría nórdica de tu abdomen
que descendía hasta mí como una noche de verano.
En las estanterías no me caben más recuerdos,
ya no hay más sitio para ti.
Acabo de tomar mi decisión:
hoy bajaré al parque
y me sentaré en un banco
a esperar que las palomas
caminen alrededor de mi vida
y picoteen
hasta que no quede
ni un grano de tu recuerdo.
                                                                Marwan

jueves, enero 24, 2019

CONSIDERACIONES CON RESPECTO AL AMOR

No conocen nada del amor
aquellos que no han temblado como un niño
acercando sus manos a otro cuerpo,
aquellos que nunca se quedaron sin aire delante de un sostén que los miraba a medio palmo de locura.
Si no se te ha salido el corazón por la boca al ver a otra persona,
si no se te han desbordado las caricias de las manos,
si no has necesitado un candado para sujetarlas,
de ninguna manera puedes entender de lo que hablo.
Si no te has quedado quieto mirándola en mitad de un incendio,
si no has perdido la consciencia golpeando tu sexo
contra la piel de alguien que te amaba,
si no saliste allí con el corazón a la intemperie
sabiendo que perderías, de verdad, ¿qué vas a saber tú? Si no te has sentido de cristal al abrazarla,
si no has aullado de dolor cuando la cornisa del abandono se desplomó un 2 de octubre,
si no has caído de bruces contra el suelo del olvido,
en serio, ¿qué vas a saber tú? Pero mucho más que eso,
si no soportaste después
la demolición paulatina de la pasión como un estoico,
ni te mantuviste firme cuando el placer se fue haciendo pasajero, realmente intermitente.
Si al llegar los primeros rayos de desgana huiste
y no buscaste dos mil maneras de volver a encenderlo,
¿qué coño vas a contarme?, ¿qué diablos sabes tú de todo esto?
Si te borraste a las doce tardes de rutina,
si abandonaste la escena y preferiste ir al abordaje de otra piel sin tratar de buscar la playa del amor con pactos e ilusiones compartidas,
de verdad, si no lo hiciste nunca, ¿qué sabes tú de todo esto?
Si no lo has intentado todo cuando ya no funcionaba,
ni has sujetado una mano enferma cuando tu egoísmo demandaba otras ocupaciones,
si no has antepuesto alguna vez la tristeza ajena a tu felicidad
y no has aliviado sus cargas a un ser querido,
¿qué vas a saber tú de todo esto?
Si preferiste salvar tus muebles
y llegó un portazo y era tuyo,
y llegó la cobardía y eras tú
y la falta de empatía era tu nombre;
si todo esto te sucedió, entonces debo decirte algo:
no tienes ni idea, no tienes ni idea, de verdad, no tienes ni la más remota idea de qué es el amor.
                                                                                                                           Marwan

miércoles, enero 23, 2019

Memoria

No tomes muy en serio
lo que te dice la memoria.
 
A lo mejor no hubo esa tarde.
Quizá todo fue autoengaño.
La gran pasión
sólo existió en tu deseo.
 
Quién te dice que no te está contando ficciones
para alargar la prórroga del fin
y sugerir que todo esto
tuvo al menos algún sentido.

José Emilio Pacheco

jueves, enero 10, 2019

Poema XVII _fragmento


Pensando, enredando sombras en la profunda soledad.
Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie.
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,
enterrando lámparas.
Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías

Pablo Neruda

YA TE ESTOY IMAGINANDO

No te conozco.
No sé de ti más que lo que intuyo,
que te llamas isla o esperanza,
que me entiendes aunque no me hayas tocado,
que el futuro está temblando en nuestros labios.
No sé de ti más que lo que intuyo,
un destino imaginario,
esa película dibujada entre nosotros
por esta cabeza febril
que siempre se adelanta a los eventos.
No estás aquí, no vives cerca,
ni siquiera sé si querrás poner un puente hacia mi boca
o si el café te gustará solo o conmigo.
Pero te miro y veo todo:
mi vida proyectada en unos cines,
tu mano en mi cuello cuando escribo,
tu lengua provocando un paisaje.
Y te imagino.
Te imagino sacándome, por fin, del laberinto,
secándome la angustia de otros cuerpos,
quitándome la voz al desnudarte.
Te imagino viviendo en mí,
dejándome escribir una canción bajo tu falda,
cogiendo una taza con mi mano,
llevando la manzana hasta mis dientes.
En mi cabeza ya vas haciéndome el amor en la cocina,
estás duchándote conmigo,
vistiendo de domingo a mis recuerdos.
Te imagino.
Buena y luminosa,
como esas personas donde siempre sale el sol,
aunque llueva en sus arterias,
curándole la herida a este planeta,
llorando por los niños que sufrieron,
lanzándole canciones a mis manos.
Te imagino enfadada:
cuando falte a mi palabra,
cuando no tenga respeto,
cuando hable mi egoísmo.
Y harás bien, me harás bien.
Te imagino acodada en una mesa
mientras me cuentas
qué es lo que nos pasó el verano que viene,
dónde vas a besarme el invierno pasado.
Te imagino tumbada, abierta como un mapa,
dejando que atraviese la frontera del pudor hacia tu carne,
clavándome con fuerza de caricia,
pidiendo siempre un bis, pidiendo todo.
Porque todo es lo mínimo a entregar
cuando dos pieles se encuentran destapadas.
Me imagino a mis manos
inventándose otro idioma al borde de tu sexo,
tu boca bajando a por agua a los bordes del mío,
tu risa y la mía quitándose la ropa por el aire.
Mis demonios dormirán cuando te toque,
tus fantasmas huirán a mi llamada,
volcará la pena en su carruaje.
Te imagino en ropa interior,
rozando mi lengua, activando la locura,
te imagino.
Me imagino diciéndotelo todo:
que te miro y me nace un libro nuevo,
que he dejado de llamarme desencanto,
que en el lugar en donde empiezan tus caricias
termina mi pasado.
Marwan

Ajedrez

Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.
Pusimos un tablero enfrente de nosotros:
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.
Henos aquí hace un siglo, sentados, meditando
Encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.

Rosario Castellanos

viernes, enero 04, 2019

La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí no más lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.


Mario Benedetti