jueves, noviembre 30, 2017

MIENTRAS DORMÍAS

Mientras dormías
yo te leí poemas, tantos poemas…
Y lloré mientras te leía
por tenerte a mi lado
y no lejos como en los versos.
Mientras dormías olí tu cuello
amé cada milímetro de tu piel
y te abracé por el pecho
sin dejar de leerte poemas,
poemas mojados por ti.
Y al despertar solo dijiste 
que no recordabas nada,
que no me oíste porque dormías.
Pero yo espero, espero 
guardando el olor de tu pelo,
guardando tu desnudez
en las yemas de mis dedos,
espero un día cualquiera
en que despierten todos aquellos versos
que te dejé dormidos dentro
y entonces entiendas que la poesía
que se te perdió en la vida,
amor, siempre fui yo
 Irela Perea

miércoles, noviembre 29, 2017

Soledades

Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente
después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad
conforme
pero
que vendrá después
de la soledad
a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.
Mario Benedetti

martes, noviembre 28, 2017

fragmento poema de amor de Íbico

En primavera los membrillos,
regados por las aguas de los ríos,
en el jardín inmaculado de las Vírgenes,
y las flores crecientes bajo la sombra de los pámpanos
se llenan de vigor. Pero el amor a mí
en ninguna estación me da reposo.
Como el tracio Bóreas,
inflamado por el rayo,
enviado de Afrodita,
entre delirios abrasadores,
oscuro e impasible, por la fuerza,
arranca de raíz mi corazón.



Este poema fue compuesto por Íbico —nacido en Regio, al sur de Italia— en el siglo VI a. C.  Si los antiguos poetas griegos prestaron especial atención al amor como fuerza destructiva —enfermedad, guerra, fuego—, Íbico lo hizo en forma destacada.
El texto comienza con una alusión a la primavera, tiempo propicio al amor en todas las tradiciones líricas antiguas, desde China hasta Egipto. Se mencionan elementos típicamente vinculados a ella: flores, frutos, ríos, un jardín. Agua y universo vegetal, conectados con el amor a través de la idea de fertilidad: la primavera trae la vida, hace que fructifique la tierra; el amor trae la vida, hace que fructifique la mujer. Las Vírgenes del tercer verso parecen ser las Hespérides, ninfas encargadas de custodiar el jardín donde crecían las manzanas de oro. Todo es vida exuberante en las cinco primeras líneas del poema.

Pero la atmósfera paradisíaca se rompe pronto: el amor no da reposo a Íbico en ninguna estación del año; ni siquiera en invierno, cuando sopla el Bóreas, viento del Norte. Lo envía Afrodita, la diosa del amor; abrasa, enloquece, arranca las entrañas del poeta. Aquí veo una cierta ruptura con la tradición, que me parece la clave del texto. El tema del amor en primavera es, como hemos dicho, tópico. Pues bien, Íbico da un giro y asocia el amor al invierno; se aparta de las flores y los ríos y la atmósfera idílica y nos habla de un poder oscuro y destructor. La ruptura es doble: nos está diciendo que el amor no solo le somete, como a todo el mundo, en primavera, sino siempre, y que no se trata de un sentimiento plácido y vivificante, sino destructivo. Lo desvincula de la fertilidad y lo asocia a la devastación.

                                                                     Eduardo Gris

jueves, noviembre 16, 2017

fuiste magia

"Fuiste magia. La felicidad me bailaba entre los dedos solo con tocar tu piel. Si me abrazabas, me recorría un océano que bajaba, y que subía, hasta mi corazón rompeolas. Cada beso tuyo llegó para habitar mi memoria y echar a los malos recuerdos. Tu peso exacto sobre mí me curaba el vacío de cien vidas. Sabías los secretos de las palabras, cuáles habían nacido para ser música o poesía. Y cuando tú sonreías (qué no daría por volver a mirar tu sonrisa), se deshacían las tormentas, cambiaban de dirección las bandadas de pájaros y reverdecían pasiones marchitas. Eras magia. 
Sin trucos; o tal vez fuera cosa del amor, que gusta de volar sobre toda ley razonable, gravedad o distancias, y prefiere jugar a los pequeños milagros contra la normalidad de los días. Y todo aquello era magia.

Y quise escribirlo para que algún día lo supieras; que de verdad te amé, y que en cada segundo que pasamos juntos, yo podía notar que estabas, que estás, hecho de pura magia".

                                                                                                                                   Irela Perea
* Incluido en el libro "El amor y las leyes de Newton",

a mí

Los más oscuros estremecimientos a mí
entre las extremidades de la noche
los abandonos que crepitan
cuanto vino a mí acompañado
por los espejismos del deseo
lo enteramente terso en la penumbra
las crecidas menores ya con luna
aunque el ensueño ulule entre mandíbulas transitorias
las teclas que nos tocan hasta el hueso del grito
los caminos perdidos que se encuentran
bajo el follaje del llanto de la tierra
la esperanza que espera los trámites del trance
por mucho que se apoye en las coyunturas de lo fortuito
a mí a mí la plena íntegra bella a mí hórrida vida 

                                                                                Oliverio Girondo

Y, sin embargo, amor, a través de las lágrimas...


Y, sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.

Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez entre mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a tus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.
Pero ya no habrá tiempo de llorar.
ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón: 


Hace frío sin ti,
pero se vive. 

                                                Roque Dalton

Quizá

Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.

Quizás te diga un día que se me fue el amor,
y cerraré los ojos para amarte mejor,
porque el amor nos ciega, pero, vivos o muertos,
nuestros ojos cerrados ven más que estando abiertos.

Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que nos quedamos juntos para toda la vida.

                                                       
                                                       José Ángel Buesa

martes, noviembre 14, 2017

Escribiré de ti

Escribiré de ti,
de cómo nos tomamos de la mano 
y también el té,
de nuestros latidos del corazón
bailan lento en la sala de espera de nuestra paciencia,
de cómo vamos a subir interminables tejados resplandecientes
inhalando puestas de sol
y pintando nuestro propio fuego
contra las nubes.
Escribiré de ti,
de cómo voy a envolver el cielo a tu alrededor
para besar las estrellas en tu piel,
dejando marcas en tu cuello,
hematomas en los muslos
y pequeñas notas de amor con mi lengua
en el techo de tu boca.
Escribiré de ti,
de cuando mis dedos
se enreden en tu cabello,
de cuando pongo nuestra canción
para bailar juntos,
escribiré de ti para poder llamarlo poesía.

                                                                                            Ron Israel

Marwan - Desde Que Duermes Junto A Mí

domingo, noviembre 12, 2017

Hoy te he soñado

Hoy te he soñado,
has aparecido así, sin más
en las puertas de mis sueños
y rayando en la perfección
con tu mirada en la mía,
nuestro refugio cuando todo parece venirse abajo
Tu boca, es un rincón oscuro de París
Tu espalda, una alfombra junto a la chimenea
Tus dedos declaran miles de guerras
mientras tus piernas bajan los impuestos
Así te he soñado,
Hoy te he soñado, 
con tus caderas como carreteras de montañas
Tu sonrisa descentraba mis alegrías más profundas
y tu cabello hacía silenciar los sonidos del mar
Sin lugar a dudas me estabas saludando en mis sueños
Hoy te he soñado,
has aparecido bailando sin música,
bailando libre en mis pensamientos
por encima de mi canto
Y yo te observo desde abajo
me siento tan diminuto como un niño
observando por primera vez un avión por el cielo,
muy pequeño y sin embargo, 
maravillosamente afortunado
Hoy te he soñado, 
pero después, después he abierto mis ojos
y has aparecido allí, a un suspiro de distancia
y cuando pensaba que era imposible mejorar mi sueño, 
te he visto amanecer junto a mí,
con tus ojos como mi sol de horizonte
                                                                    RON ISRAEL

POSESIÓN DEL AYER

"Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos. Illón fue, pero Illón perdura en el haxámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiempo, es una elegía. Nuestras son las mujeres que nos dejaron, ya no sujetos a la víspera, que es zozobra, y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos.”
*Jorge Luis Borges. 

Pablo Benavente & Luis Fercán | Dime qué hago & Chica del vestido blanco

sábado, noviembre 11, 2017

el poeta ebrio

El poeta ebrio llama a medianoche
sólo para decir que me ama tanto que me odia
Jura que en venganza le hará el amor a todas mis amigas
Insiste en que me ama aunque yo no lo quiera
Le digo que así son estas cosas del amor
uno suele dejar el corazón en el lugar equivocado
Hablamos entonces de que yo amo a alguien
Me pregunta el nombre se lo digo despacio
le da risa dice que es un nombre de chiste
le digo que le ponga cualquier nombre
el nombre no importa 
pues aquél ya no me ama
aunque cada día yo
la poeta ebria llame a medianoche
para gritarle a quien me quita el sueño
aquella hermosa frase de otro amigo poeta
Te amo, con todo el odio del siglo que me toca
y el poeta ebrio llora
me pregunta porqué le hago esto
y de nuevo respondo
que así son estas cosas del amor
uno deja el corazón en el lugar equivocado
Entonces lloramos los dos.


                                                      Irma Pineda

Mojito Lite - No Me Dejes Soñando (Video Lyric)