domingo, junio 25, 2017

Mi problema (Ismael Serrano y Lucía Caramés)




Me lo dicen amigos y enemigos:
que tú eres mi único problema
desde que ya no estás conmigo.
Dedícale a Cupido esta esquela,
virgen del desconsuelo y del peligro.

Las noches ya no son como eran antes,
ni son igual los bares y sus rostros.
Quedó esta pena de sala de embarque
y yo con este insomnio, tan nosotros,
cegada por la luz de otros amantes.

Cuando me echo a la calle, vida mía,
se paran el reloj y los calendarios,
los andenes son todo despedidas,
tu nombre ya no está en el diccionario
y antes de la muerte ya no hay vida.

Si tú eres mi problema y mi pecado,
quiero escapar contigo hasta el infierno,
pagar mis penitencias a tu lado.
Sin sentencia, mi vida, me condeno
a la cárcel sin puertas de tu abrazo.

Buscando entre el escombro del pasado
no encontraré el perdón. Tan sólo tengo
el recuerdo de un coche abandonado,
la tristeza y el tedio de los presos,
una cena sin vino ni invitados.

Te espero cada noche a mi regreso
a ese erial que es nuestra cama, incluso
después de haber gastado cien mil besos
quemándome mis labios. Yo me acuso
de descubrir tu carne en otros huesos.

Cuando me echo a la calle, vida mía,
se paran el reloj y los calendarios,
los andenes son todo despedidas,
tu nombre ya no está en el diccionario
y antes de la muerte ya no hay vida.

Si tú eres mi problema y mi pecado,
quiero escapar contigo hasta el infierno,
pagar mis penitencias a tu lado.
Sin sentencia, mi vida, me condeno
a la cárcel sin puertas de tu abrazo.

El encubridor (fragmento)

Antes, después 
como los juegos al llanto 
como la sombra a la columna 
el perfume dibuja el jazmín 
el amante precede al amor 
como la caricia a la mano 
el amor sobrevive al amante 
pero inevitablemente 
aunque no haya huella ni presagio
aunque no haya huella ni presagio 
como la caricia a la mano 
el perfume dibuja el jazmín 
el amante precede el amor 
pero inevitablemente 
el amor sobrevive al amante 
como los juegos al llanto 
como la sombra a la columna
como la caricia a la mano 
aunque no haya huella ni presagio 
el amante precede al amor 
el perfume dibuja el jazmín 
como los juegos al llanto 
como la sombra a la columna 
el amor sobrevive al amante 
pero inevitablemente
Julio Cortázar

Ismael Serrano - Un Muerto Encierras.

lunes, junio 19, 2017

Inventario

De qué sedas están hechos tus dedos, 
de qué marfil tus muslos lisos,
de qué alturas llegó a tu andar
la gracia de gamuza con que pisas.
De qué moras maduras se extrajo
el sabor acidulado de tu seno,
de qué Indias el bambú de tu cintura.
El oro de tus ojos, de dónde vino.
A qué mecer de ola vas a buscar
la línea serpentina de tus caderas,
de dónde nace la frescura de esa fuente
que sale de tu boca cuando ríes.
De qué bosques marinos se soltó
la hoja de coral de tus puertas,
qué perfume te anuncia cuando vienes
a rodearme de deseo las horas muertas.
                                                            José Saramago

jueves, junio 15, 2017

Despedida

Entre mi amor y yo han de levantarse 
trescientas noches como trescientas paredes 
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos. 
Oh tardes merecidas por la pena, 
noches esperanzadas de mirarte, 
campos de mi camino, firmamento 
que estoy viendo y perdiendo... 
Definitiva como un mármol 
entristecerá tu ausencia otras tardes.
                                          Jorge Luis Borges

Soledad Barret

La duda lleva mi mano hasta la guitarra,
mi vida entera no alcanza para creer
que puedan cerrar lo limpio de tu mirada;
no existe tormenta ni nube de sangre que puedan borrar
tu clara señal.

La soledad de mi mano se da con otras
buscando dejar lo suyo por los demás,
que a mano herida que suelta sus armamentos
hay que enamorarla con la mía o todas que los van a alzar,
que los van a alzar.

Una cosa aprendí junto a Soledad:
que el llanto hay que empuñarlo, darlo a cantar.

Otra cosa aprendí con Soledad:
que la patria no es un solo lugar.

Una tercera cosa nos enseñó:
lo que no logre uno ya lo harán dos.


                                                                       Danile Viglietti



jueves, junio 08, 2017

Canción del amor sincero

Prometo no amarte eternamente, 
ni serte fiel hasta la muerte, 
ni caminar tomados de la mano, 
ni colmarte de rosas, 
ni besarte apasionadamente siempre.
Juro que habrá tristezas, 
habrá problemas y discusiones, 
y miraré a otras mujeres, 
vos mirarás a otros hombres; 
juro que no eres mi todo 
ni mi cielo, ni mi única razón de vivir, 
aunque te extraño a veces.
Prometo no desearte siempre 
a veces me cansaré de tu sexo 
vos te cansarás del mío 
y tu cabello en algunas ocasiones 
se hará fastidioso en mi cara.
Juro que habrá momentos 
en que sentiremos un odio mutuo, 
desearemos terminar todo y 
quizás lo terminaremos.
Mas te digo que nos amaremos, 
construiremos, compartiremos. 
¿Ahora sí podrás creerme que... 
te amo?
                                                 Raúl Gómez Jattin 

Patricia Sosa - Luz de mi vida

domingo, junio 04, 2017

Soneto XII - Lope de Vega




Desmayarse, atreverse, estar furioso, 
áspero, tierno, liberal, esquivo, 
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

jueves, junio 01, 2017

Límites

  De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido

a Quién prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.

  Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?

  Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.

  Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.

  Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte, Jano.

  Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.

  No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando al ocaso, ante la luz dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.

  ¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.

  Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan.

                                                          Jorge Luis Borges