viernes, junio 15, 2018

Santiago Feliu - Gunila, Marisa, Monica y Ofelita





Tú eres mi amor aprendido,
mi presa libre y divina,
mi pesadilla enterrada,
mi forma de hallarte conmigo.
Eres paciencia sembrada,
mi decisión sin pensarlo,
un caso perdido y suicida,
un ángel colmando mi vida.

Tú eres lo que me traspasa,
lo que me aparta de nuevo,
la situación milagrosa
de la mentira y el miedo.
El despertar de mi rosa,
el prescindir de la duda,
la transparente bandera
que me asencilla las cosas.

Tú eres lo que no te sabes,
salto de azul esperanza,
guerra vencida con calma,
apocalipsis del alma.
Salvoconducto sagrado,
resurrección fascinada,
iluminada salida,
revolución de mi vida.

De ser tan tuya eres mía,
de tantas noches con nadie,
eres tan de todavía
como la tarde y las calles.
Eres por lo que no faltas,
eres amor porque huyes,
por tanta nada que pides,
eres por lo que tú quieres.
Eres lo que en mí para siempre.

domingo, junio 10, 2018

Fernando Delgadillo - Días de sombrillas




Me gustaban sus caricias y su pelo
y sus horas que eran mías,
y mis labios en su piel.
Y el aroma de ese perfume indiscreto
que acostumbraba en el cuello
donde tanto le busqué.

Me gustaba su llegada y la esperaba
asomado a la ventana desde donde veo pasar
el vaivén de un mundo tan desconocido
que no sé si la he encontrado allí,
o quizá en otro lugar

Me gustaban esas tardes y hallar en los parques
las bancas que les hacían lugar a unos novios,
y a los otros, que como nosotros,
también lo íbamos a intentar.

Me gustaban las bombillas, los días de sombrillas,
y tener su mano después,
Ay, y cómo me gustaba mirarla y besarla,
y poderla besar otra vez.

Me gustaba la llegada de las horas de llover.
Y me gustaban su prisa y cómo flotaban sus pies.
Y aunque a días sus imposibles me los contagiaba a mí
le conservo en la fotografía que no le devolví.

Ella hoy vive donde aguardan mis recuerdos
y a otra, que es muy parecida, me ve con ojos de ayer
yo sé que ya no es la misma, pero entiendo,
que hay algunas ocasiones que me gustaría volver.

lunes, junio 04, 2018

nota perdida


Hola mujer. Lo último que leí de ti fue “yo te confirmo”
Quiero decirte que a pesar de las circunstancias, de la distancia, del tiempo que ya no nos pertenece, y del espacio que se ha limitado a lo virtual, quiero que sepas que, aunque en la forma se refiere, nuestra rutina y comunicación hayan variado, que la lógica, la conciencia y las nuevas realidades hayan cobrado su precio  –la distancia- quiero decirte que extraño algo que siento perdí: tu persona. Lo que fue, ahora solo habita el recuerdo, lo que será  ahora depende de circunstancias y distancias, de nuevas formas que aún no descifro, de la bruma de la imposibilidad y la complejidad. Lo simple y espontáneo  quedaron relegados. Mientras tanto somos dos bólidos, alejándonos,  tú hacia Saturno y yo hacia el Sol.
Aunque ya no hablemos, aunque ya no nos veamos  -como es de importante la mirada- y aunque la sensación de lejanía comience a prevalecer, quiero decirte que sigo aquí… que de mi depende el querer permanecer  pero de ti depende la toma de decisión de no quedare al margen del dolor o del temor.
Sigo a la espera de tu confirmación

domingo, junio 03, 2018

"No Se Me Culpe" - Edel Juárez





una mañana, quizá no lo recuerdes,

nací a la par de tu sonrisa, a la par
de tu mirada amorosa y amodorrada.
semidormida extendiste la mano,
peleaste un poco contra el enredo de sábanas,
y ahí estaba yo, naciendo.
aspirando por vez primera,
creciendo por segundo,
esperando los primeros alimentos.
completamente en blanco,
sin recuerdos, ni planes.
del primer roce con tus labios
aprendí todo lo necesario:
el habla, la coordinación, las emociones,
toda la música y los códigos,
siglos de historia, imágenes inevitablemente duras,
la emoción sin igual de lo más sencillo.
¡que no se me culpe si me aficioné a nacer!
si buscaba, y a veces encontraba,
la manera de nacer dos o tres veces al día;
ahora en la sala, alguna vez -prematuro- en el coche.
nací tantas veces a tu lado que soy un pueblo entero,
cientos de yos que te recuerdan y agradecen,
que se confortan y abrazan,
víctimas de la última generación que te dejó partir.

aunque tu no lo sepas


Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos.

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.

                                Luis García Montero