Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta el movimiento de tus pestañas.
Mis manos
abren las cortinas de tu ser te visten con otra desnudez descubren los cuerpos de tu cuerpo Mis manos inventan otro cuerpo a tu cuerpo.
Entro en ti,
veracidad de la tiniebla. Quiero las evidencias de lo oscuro, beber el vino negro: toma mis ojos y reviéntalos.
Una gota de noche
sobre la punta de tus senos: enigmas del clavel.
Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.
En su lecho granate
siempre está despierta y húmeda tu lengua.
Hay fuentes
en el jardín de tus arterias.
Con una máscara de sangre
atravieso tu pensamiento en blanco: desmemoria me guía hacia el reverso de la vida.
Octavio Paz
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miércoles, agosto 23, 2017
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